Ser “guajiro”, o campesino, gana prestigio en Cuba, donde el estado necesita con urgencia más alimentos nacionales para abastecer a una población de más de 11 millones y disminuir severas facturas anuales por importaciones.
“Estoy planeando regresar al campo“, dijo a ANSA Secundino López, “criado y crecido” en una finca en el centro de Cuba y que vino a estudiar a La Habana hace más de 30 años, aquí se quedó y trabaja aún en una oficina. “Cuando voy a mi provincia me doy cuenta que corre el dinero. Algunas familias han comprado automóviles y pasan sus vacaciones en hoteles”, aseguró.