José Martí y el día de la Prensa en Cuba
La esencia del papel del periodismo en la Cuba de estos tiempos se reflejó en el VIII Congreso de la UPEC como compromiso irrenunciable con los intereses supremos de la nación y su revolución, como apego a los principios éticos y morales del ejercicio de un periodismo que tiene rasgos distintivos y que debe ser diferente sustancialmente al practicado en la llamada “gran prensa libre”. Wilkie Delgado Correa y Lourdes Palau Vasquez.
De luces y sombras de la actualidad del periodismo se habló en el Congreso, con referencias directas e indirectas sobre problemáticas presentes dentro y fuera del entorno periodístico, como elemento activo y parte de la sociedad en que se ejercita y desarrolla. Y es que, interpretando a Martí, se puede afirmar que el periodismo es la vida atrapada en sus múltiples facetas y contradicciones y “la prensa debe ser un vigía que lo desentierra todo”, aunque pudiéramos añadir, que también debe contribuir a construirlo todo, especialmente en una sociedad socialista.
Los periodistas cubanos, a partir de una óptica revolucionaria, han sido consecuentes con un código que fue enunciado por Martí con enfoques valederos para no perder el rumbo en las circunstancias que ha vivido, vive y vivirá Cuba mientras una nación hegemónica como los Estados Unidos pretenda torcer su ruta propia, subvertir su concepto de nación soberana e independiente y mantenerse como sempiterno censor de sus actos cotidianos como si fuera dueño de casa.
Martí es guía y paradigma del ejercicio del periodismo. Y es que hay que percatarse que muchos de los aportes del pensamiento martiano, mucho más de lo que a veces pensamos, fue materializado en formas diversas con enfoques periodísticos, desde las noticias sobre descubrimientos y otros hechos expresadas en forma de notas breves, hasta las formas más complejas del reportaje, el testimonio, la crónica, el ensayo y combinaciones de estos géneros. Sus ideas adelantadas para su tiempo sobre la medicina, la educación, la política, la filosofía de la vida, la ciencia y la técnica, la cultura y otras temáticas, fueron expresadas y desarrolladas con el instrumento del ejercicio periodístico y la vía de de las publicaciones periódicas de la época.
Como explicara José Martí, con su visión de trascendencia y futuro, “tiene la prensa periódica altísimas misiones; es la una explicar en la paz, y en la lucha fortalecer y aconsejar; es la otra hacer el estudio de las graves necesidades del país, fundar sus mejoras…” “La prensa…es proposición, estudio, examen y consejo…” ”Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar, dirigir…; tócale, en fin, establecer y fundamentar enseñanzas, si pretende que el país la respete, y que conforme a sus servicios y merecimientos, la proteja y la honre.” “La prensa es un poder.” “La prensa no puede ser, en estos tiempos de creación, mero vehículo de noticias…”
La prensa de la Cuba de hoy, sometida a tantos desafíos y arremetidas, debe ser un soldado, como expresara Martí sobre la significación del periódico Patria, el órgano de la Revolución Cubana de entonces, que fundado el 14 de Marzo de 1992 devino el Día de la Prensa en Cuba. Debe ser sitio donde se “desfloren las ideas grandiosas”, donde “hierva el genio”, donde se observe la realidad a través de ese “lente inmenso”, donde se cumpla la sentencia de que “del pueblo y de la vida vienen las palabras que perduran”, ya que “las palabras están de más cuando no fundan, cuando no esclarecen, cuando no atraen, cuando no acuñan”. Debe ser un sitio donde surja y se desarrolle “como un viento duende, levantando caretas…”
A partir del Congreso de la UPEC, los periodistas han desbrozado en parte el camino, tócales ahora ensanchar los ámbitos, dar profundidad a sus visiones, expresarse con la lengua del pueblo, amar y defender la verdad que late y vive en el seno de la patria, tomar la pluma como un escultor que va a cincelar sus sueños de pureza y eternidad, otear hacia horizontes de futuro y humanidad, sentir con la pasión de eterno enamorado la obra surgida por la imaginación, creación y manos del pueblo del cual son hijos fieles y dignos.
No olvidar nunca las valoraciones martianas sobre el oficio de los periodistas. Sobre sus conocimientos escribió que “el periodista ha de saber, desde la nube hasta el microbio”. Sobre su autoridad basada en su ética en la sociedad, afirmó que “no hay monarca como un periodista honrado”. Sobre su función de defensa del pueblo, expresó con admiración: “¡tiene tanto el periodista de soldado!” Sobre su actitud en la batalla de ideas, sentenció que “el periodista… embrazará (la pluma) como lanza, y montará en el caballo de ojos de fuego cuando le ofende una verdad querida el periodista enemigo…”
A los periodistas, como a los escritores, les toca crear, que es lo mismo, hoy y mañana, que pelear, vencer y salvar.
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